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Categoría: Tecnología
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NOMOFOBIA EL RIESGO DE LAS REDES SOCIALES

Hoy en día los medios de comunicación entre las personas difieren bastante en los que se manejaban hace 10 o 15 años atrás, en ese entonces las personas utilizaban teléfonos únicamente para llamadas y envió de mensajes SMS, el medio de comunicación e interacción con datos y documentos era el correo electrónico. A medida que las tecnologías de la comunicación y la información (TIC) evolucionan y se extienden, nuevos métodos y sistemas de comunicación llegan a nuestras vidas llevando a la sociedad a nuevas formas de comunicación e interacción. Las nuevas formas de estos sistemas permiten a los usuarios conocer en tiempo real los acontecimientos que se originan en cualquier parte del planeta, también nos permite estar conectados las 24 horas del día y los 7 días a la semana.

Los sistemas de comunicación que se utilizan actualmente permiten la gestión de usuarios que según la plataforma que se maneje pueden ser amigos, conocidos, círculos entre otros. Las plataformas web Facebook, Twitter y Google+, se han integrado a sistemas de comunicación móvil en el que ya se encontraban las plataformas WhatsApp, BlackBerry. Al llegar estas plataformas e integrarse a los sistemas de comunicación móvil los usuarios pueden estar conectados con sus contactos en cualquier momento y generar charlas, conversaciones y reuniones de trabajo online.

Si bien estos sistemas traen muchas ventajas en el desarrollo actual de la sociedad existe un riesgo que probablemente no se muestre entre los usuarios de la comunicación móvil, este riego es la Nomofobia, la cual se denomina como un intenso pánico a estar conectado a las redes sociales. La Nomofobia puede ser tan adictiva como los alcaloides y pueden producir daños psicológicos y físicos generando que esta sea una de las nuevas enfermedades tecnológicas.

Los síntomas o principales signos de alerta para detectar si una persona tiene de Nomofobia son:

  1. Privarse de sueño (<5 horas) para estar conectado a la red, a la que se dedica unos tiempos de conexión anormalmente altos.
  2. Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relaciones sociales, el estudio o el cuidado de la salud.
  3. Recibir quejas en relación con el uso de la red de alguien cercano, como los padres o los hermanos.
  4. Pensar en la red constantemente, incluso cuando no se está conectado a ella y sentirse irritado excesivamente cuando la conexión falla o resulta muy lenta.
  5. Intentar limitar el tiempo de conexión, pero sin conseguirlo, y perder la noción del tiempo.
  6. Mentir sobre el tiempo real que se está conectado o jugando a un videojuego.
  7. Aislarse socialmente, mostrarse irritable y bajar el rendimiento en los estudios.
  8. Sentir una euforia y activación anómalas cuando se está delante del ordenador.

Si presentas uno o más síntomas debes tomar conciencia del manejo que le das a las redes sociales y tener en cuenta que si bien estar conectados es interesante, muchas de las mejores experiencias que tenemos en nuestras vidas generalmente no comprometen a las redes sociales.